En este capítulo final reuní tres trabajos que no solo representaron un reto, sino también momentos de descubrimiento y transformación. Estas evidencias están alineadas al eje temático "Diseño de materiales educativos", porque, más allá de lo técnico, diseñar implica pensar con empatía, crear con propósito y reflexionar para mejorar.

Aquí comparto lo que aprendí, lo que me costó trabajo, y lo que sin duda volvería a hacer… pero mejor.

Evidencia 1: Análisis de una planeación didáctica

Más que un formato, una brújula para enseñar

Al realizar este trabajo comprendí mejor las distintas teorías del aprendizaje y pude identificar que la planeación analizada tenía un enfoque conductista. Además, entendí que para diseñar estrategias y materiales educativos efectivos, es fundamental conocer el propósito de la unidad de aprendizaje y su sustento teórico. En este caso, se basaba en la teoría del aprendizaje social de Bandura, especialmente el modelado, y en el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP).

Se me dificultó su entendimiento, ya que son temas que no manejaba, ya que son utilizados en psicología y pedagogía (conductismo, cognitivismo o constructivismo), por lo que tuve que leer y revisar más de una vez dichos temas para entenderles un poco mejor y como se relacionaban con la planeación. Tuve que pedir asesoramiento a compañeros psicólogos para ello.

Evidencia 2: Desarrollo y producción de materiales educativos para ambientes virtuales de aprendizaje

Cuando la inteligencia artificial se convierte en aliada

La Inteligencia Artificial en la Educación  se ha estudiado por más de 30 años como una forma de apoyar el aprendizaje en diversos contextos. Su enfoque interdisciplinario busca desarrollar entornos educativos adaptativos, inclusivos y efectivos, combinando la IA con las ciencias del aprendizaje para mejorar la educación formal y continua.

Este trabajo me permitió crear materiales educativos con herramientas de IA como ChatGPT, Bing Image Creator, Gamma, Luvvoice, Suno y Fliki. Descubrí que lo esencial no es solo dominar la tecnología, sino saber guiarla, establecer propósitos claros y evaluar si lo que genera realmente educa.

Evidencia 3: Manual de herramientas digitales

Elegir con intención: el arte de curar herramientas digitales

El Manual de herramientas digitales se basa en el diseño instruccional centrado en el alumno, que promueve el uso de herramientas tecnológicas con criterios pedagógicos sólidos. Este diseño debe ser flexible y orientado a mejorar el aprendizaje.. Los materiales deben conectar los nuevos contenidos con los conocimientos previos, utilizando recursos como mapas conceptuales, videos o presentaciones para facilitar la comprensión.

Más allá de hacer un listado de apps, este manual me ayudó a pensar estratégicamente: ¿Qué aporta cada herramienta? ¿Cómo mejora el aprendizaje? ¿Cómo se navega? ¿Se adapta al contexto? Entendí que el diseño didáctico no solo es creatividad, es sensibilidad, análisis y estructura.